lunes, 7 de marzo de 2016

JOEL NOS APORTA UN TRABAJO ELABORADO POR SU MAMÁ SOBRE MIRÓ

Entrada publicada por Vanessa Catalán de la Hoz

He copiado parte del trabajo que nos ha enviado Joel donde nos ha venido genial para repasar lo trabajado hasta ahora sobre Miró., conocer  quién o quiénes  influyeron en la pintura de sus comienzos; nos centramos en Cezanne  y Van Gogh, y para que observaran y entendieran por qué al principio pintaba de manera más real ven los siguientes videos;





Observan y comentan que predominan los colores verde y azul, Cezanne pinta de manera real paisajes,  naturaleza, frutas (hablamos de lo que son los bodegones), etc todo sin transformar.



Comentan los colores que destacan en sus cuadros; amarillo, azules, blanco, verde, marrón, gris. Dicen que Van Gogh pinta muchos árboles, flores, campos, casas, personas, barcos, cielos, agua. Y todo es real.

Carla termina diciendo que Cezanne pintaba frutas, Van Gogh árboles y Miró ojos.

Dicen que como a ellos (Cezanne y Van Gogh) les gustaba la naturaleza, por eso a Miró también le gustaba.

En el trabajo de Joel, también volvemos a diferenciar la realidad de la fantasía y a comprender el significado del movimiento surrealista. 

Os dejo una parte del trabajo, que es en la que nos hemos centrado.


Joan Miró fue un pintor, escultor y ceramista considerado uno de los artistas
españoles más importantes.
Su obra, tanto pictórica como gráfica, es muy extensa.
En un comienzo, sus obras reflejaron influencia de pintores como Van Gogh y
Cézanne, y de movimientos como el fauvismo, el cubismo y el dadaísmo.
Más adelante, su trabajo fue claramente surrealista, logrando ser uno de los mayores
representantes de esta corriente artístistica.
Cataluña y Mallorca son dos referencias para él y sobre todo el paisaje de las zonas.
Los colores, la luz y los “sujetos” populares, se repiten en sus obras.
En la obra de Miró siempre hay una preocupación por la naturaleza en forma
humilde: piedras, conchas, insectos, luz colores, … Hay una unión de la naturaleza a
través de las pequeñas cosas.
Los animales que aparecen en sus obras nunca son violentos, no hay agresividad en
ellos; lo grotesco y lo humorístico son determinantes.
El aspecto lúdico nunca desaparece; parece como si el artista llevase a cabo una
deformación del mundo en tono de diversión y humor.
El mundo de Joan Miró se somete a una metamorfosis de cada personaje u objeto; la
transformación es alegre y jocosa.
El color de sus obras siempre es muy importante, y no está distribuido de forma
aleatoria sino que está ponderada, es decir, asociando colores: negro, rojo, verdes,
azules, amarillos, siempre unos en más cantidad que otros para que exista esta
ponderación y para orientar la mirada del espectador.
Todo ello, aderezado con motivos gráficos que no representan nada en especial,
líneas diagonales, líneas en zigzag, curvas, manchas y elementos que sirven para
enlazar las figuras y que van a influir bastante en otros artistas españoles,
principalmente de los años 50.

Joan Miró Ferrá, nació en 1893 en Barcelona, sus padres
al igual que sus abuelos, fueron artesanos, de ellos
aprendió la destreza que luego mostró en sus trabajos.
Comenzó sus clases de pintura en la academia privada
de Francisco Galí, en 1912, quien ya intuyó las especiales
aptitudes de su alumno.
En 1915 se matricularía en el Cercle Artistic de San Lluc,
centro que debía su notoriedad a su antiguo alumno
Antonio Gaudí y donde conocería al pintor Ricart, con el
que mantendría amistad toda la vida.
AUTORETRATO Sus obras de esta época eran influenciadas por
Van Gogh y Cézanne.
En 1920 viaja a París y empezó a formar parte del surrealismo, movimiento que lo
alejó poco a poco del detallismo de sus obras.
En 1921/22 pintó su obra maestra La Masía,




cuadro poco apreciado por los demás artistas y
rechazado por las galerías que será comprado
por Ernest Hemingway en 1923.
Después de este cuadro, empieza a alejarse del
realismo o realismo poético como los artistas lo
denominaban, hasta que en 1925 pintaba
exclusivamente bajo el influjo de alucinaciones
provocadas por el hambre, según las propias
LA MASÍA palabras de Miró.
Consigue exponer sus cuadros en una exposición surrealista en la galería Pierre, junto
con Picasso, Chirico, Man Ray y Masson, en la que logró muy buenas críticas y ventas.
Es la época de cuadros como El carnaval del arlequín y Cabeza de campesino catalán.





El carnaval del arlequín, representa un cambio de trayectoria, al igual que La masía,
anteriormente. Con este cuadro se zambulle en la poesía del surrealismo alcanzando
el equilibrio entre grafismo y color.

El carnaval del Arlequín cabeza de campesino catalán
Le atraerá en especial del surrealismo la capacidad de éste para dar vida al arte
abriendo las puertas a su imaginación.
En 1926 el artista participó en la realización de los trajes y decorados para la obra
Romeo y Julieta, del ballet Ruso.
No será un caso aislado este interés de Miró por formas de arte diferentes a la
pintura. La curiosidad y la voluntad de expresar con diferentes cosas, le caracteriza.
Entre 1926 y 1927, Miró se lanza literalmente al vacio con la serie Pinturas de sueño u
Oníricas.
No tiene ya referencia, su arte flota de la nada, con figuras fantásticas y seres de
fábula.
Figura tirando piedra a pájaro Interiores Holandeses





A finales de la década los surrealistas se dividían en cuanto a opiniones artísticas y
políticas; Miró se separa del surrealismo, se vuelve más individualista y comienza a
dedicarse al collage, aunque este movimiento seguirá estando presente, sin
detenerse en él pero sin excluirlo tampoco.
A partir de 1930 empezó a realizar esculturas y con su obra Construcción, Miró
comienza su “asesinato” de la pintura que durará hasta 1933.
El artista está decidido a utilizar cualquier cosa que le permita ir en contra de la
pintura tradicional, usando materiales antipictóricos, por ejemplo, en la obra
Construcción, utilizó madera y clavos.


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